Llegamos a este lugar por una experiencia de Bigbox, y la verdad me resultó muy complaciente. En principio, la camarera, muy atenta simpática y con mucha información acerca de los productos a consumir, hicieron de la velada una muy grata experiencia, ya que la misma brindaba todos sus conocimientos y permitía a uno adentrarse en la experiencia de cata de vinos que fue excepcional. Los vinos excelentes del primero al último (cuatro copas a degustar y las tres primera a elección entre dos variedades), la última copa especial, un vino muy particular, todos al parecer orgánicos, y pasan agradablemente, haciendo una experiencia muy llevadera y que sin dudas recordaré. Se acompaña de una tablita de fiambre, quesos y algunas otras cosas como tomates cherrys y aceitunas, que dejan a uno satisfecho. Hemos probado también los postres, yo flan clásico con dulce de leche, muy rico y con abundante dulce, y por otro lado volcán de chocolate con crema de cítricos y reducción de vinos deliciosa. La cuarta copas de ("Alto Tubo"), me dejó bien adobado, por lo que recomiendo ir al lugar en transporte público y/o remise o taxi. Excelente experiencia para ir en pareja, ambiente muy agradable, música tranquila y muy buena atención. Gracias

Muy buena comida y excelente servicio! Recomiendo el risotto de calabaza y la berenjena a la parmesana